Tal como había anticipado LPO en exclusiva, el Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó que llegó a un acuerdo con la República de Ecuador para asistirlo con un paquete de rescate de 4.200 millones de dólares.

Se trata de un plan a tres años, donde las autoridades del Fondo fiscalizarán exhaustivamente el déficit fiscal de un país que se encuentra ahogado por sus niveles de endeudamiento externo.

Desde la caída del precio del petróleo en 2014, la economía ecuatoriana se encuentra en franca recesión y sólo pudo cerrar el último año financiero gracias a un préstamo directo de USD 1.000 millones que le otorgó el gobierno chino.

Apretado por la deuda y el déficit, Ecuador se encamina a pedir un rescate al FMI

De esta manera, el Gobierno de Lenín Moreno aspira a dar mayor previsibilidad a los mercados externos, en tanto que el organismo que preside Christine Lagarde da un nuevo paso para recuperar la influencia que tuvo en la región hasta la década del 90'.

"Me complace anunciar que el personal técnico del FMI y las autoridades ecuatorianas han llegado a un acuerdo en apoyo del plan de política económica de Ecuador. Las autoridades han elaborado un plan sólido, que ayudará a modernizar la economía y fomentar la creación de empleo", aseguró Anna Ivanova, jefa de la misión del Fondo para Ecuador.

Según lo comunicado, el plan se basará en cuatro principios claves: "impulsar la competitividad y la creación de empleo; proteger a los pobres y más vulnerables; fortalecer la sustentabilidad fiscal y los cimientos institucionales de la dolarización del Ecuador; así como mejorar la transparencia y fortalecer la lucha contra la corrupción".

Además, se informó que el salvataje forma parte de un programa más amplio de casi 6.000 millones de dólares para los próximos tres años que aportarán el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo de Reserva Latinoamericano (FLAR) y el Banco Mundial.

Al igual que la Argentina de los años kirchneristas (2003-2015), Ecuador mantuvo durante la década de gobierno de Correa (2007-2017) una relación tensa con el FMI. El entonces mandatario acusó al organismo de atentar contra la soberanía de los países al imponer fuertes condicionamientos para acceder a sus créditos, por lo que resolvió suspender todos sus lazos.

No obstante, desde que Lenín Moreno rompió la alianza que mantenía con su predecesor, comenzó a diferenciarse cada vez más del último gobierno y hace varias semanas que su ministro de economía mantenía conversaciones con el organismo con sede en Washington.